Compositor: John Reading Fecha Compositor: 1685-1764 País de origen: Gran Bretaña Autor de la letra: Anónimo Estilo: Polifonía sacra Villancicos de Navidad Época: Barroco (S. XVII y XVIII) Este himno se atribuye a varios autores, especialmente al rey Juan IV de Portugal ("El rey músico") pues, en 1640, se encontraron dos manuscritos del Adeste Fideles en su palacio de Vila Viçosa, que son anteriores a las versiones de Reading y Wade. Es una composición que se canta en Navidad. En cuanto al arreglo musical, es generalmente atribuido a John Reading compositor y arreglista británico, que fue además un notable organista, aunque su mayor contribución ha sido como copista. No obstante existen diversas transcripciones y versiones ligeramente diferentes de la melodía de este himno Una de las más conocidas, además de ésta de Reading, es la atribuida a John Francis Wade, y no está del todo claro si las distintas versiones y manuscritos (todos ellos del siglo XVII y principios del XVIII) fueron independientes, se basaron unas en otras o proceden de una única fuente. ADESTE FIDELES: Adeste fideles laeti triumphantes; Venite, venite in Bethlehem; Natum videte regem angelorum: Venite, adoremus, Venite, adoremus, Venite, adoremus, dominum! Deum de Deo, lumen de lumine, Gestant puellae viscera; Deum verum, genitum non factum Venite, adoremus, Venite, adoremus, Venite, adoremus, dominum! (Cantet nunc io chorus angelorum, Cantet nunc aula caelestium, ) Gloria in excelsis Deo! Venite, adoremus, Venite, adoremus, Venite, adoremus, dominum: ACUDID FIELES: Acudid fieles,alegres, triunfantes; ¡Venid, venid a Belen! contemplad al nacido Rey de los ángeles: Venid, adoremos, Venid, adoremos, ¡Venid, adoremos al Señor! Dios de Dios, Luz de Luz, Gestado en las entrañas de una mujer; Dios verdadero, engendrado no creado. Venid, adoremos, Venid, adoremos, Venid, adoremos al Señor! (Que cante ahora el coro de los ángeles, Que cante ahora la corte celestial) Gloria a Dios en las alturas! Venid, adoremos, Venid, adoremos, Venid, adoremos al Señor! - El VILLANCICO en su origen es una composición poética musical de estilo rústico, de ahí su nombre: villano (campesino) - villancejo o villancete (villancico). Tuvo su origen en el zéjel (estrofa especialmente apta para el canto, inventada en el siglo X por Mucaddam Bem Muafa, de estructura muy simple: introducción, mudanza -tres versos monorrimos- y verso de vuelta, pudiendo complicar su estructura (estribillo, mudanza-cuatro o más versos monorrimos- y varios versos de enlace, uno de ellos rimando con la mudanza). Los temas eran variados, con predominio del amoroso y del religioso-navideño. Fue en el siglo XVII cuando adoptó definitivamente su carácter religioso cantándose en misas y oficios. A partir de ese momento, evolucionó en su forma y métrica hasta llegar a nuestros días, donde el villancico es cualquier composición, incluso de autor moderno, de corte tradicional, que trate el tema navideño. Por esta razón, se visten de formas variadas, como romances, como jotas, como rondas... En todos los villancicos, el compositor tradicional realiza una familiarización del tema sacro, lo humaniza y lo acerca al pueblo llano. De forma reiterativa, explota una serie de circunstancias accesorias al hecho religioso, como son la madre, el frío, el desamparo del niño, la adoración, los pastores, los regalos... Al igual que hace con otros tipos de composiciones tradicionales, les añade personajes o aspectos propios de su época que lógicamente no corresponden al tiempo en que nació Jesús (anacronismos). Es curioso observar cómo en ellos se citan una serie de elementos que se repiten con mucha frecuencia: instrumentos (panderetas, rabel, almirez, castañuelas, cascabeles, campanillas, guitarras...), animales (la mula, el buey, la vaca, pajaritos diversos, corderos, ovejas, la burra, camellos, peces...), ofrendas (miel, turrón, tortas, rosquillas, manteca, vino, perdices, requesón, pañales...), etc. En definitiva, el villancico es un miembro destacado de la canción tradicional, si bien queda relegado por su carácter especial a una época muy determinada del año: Navidad. Muchos de ellos corren el peligro de perderse para siempre y en manos de todos está evitar que esto ocurra.
Commentaires (0)